Las
instalaciones han permanecido sin actividad durante dos años porque
carecían de las licencias correspondientes
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El concejal de Medio Ambiente, Manuel Gallud, ha sacado a licitación la explotación del complejo de cabañas del Pinar de Bonanza por dos años, prorrogables a otros dos más. La empresa adjudicataria recibirá del Ayuntamiento 72.800 euros al año, si bien existe un cláusula por la que, si no se ocupasen las cabañas durante el 20 por ciento del tiempo, el Ayuntamiento deberá compensarla con 18.200 euros más. Así, la empresa concesionaria deberá ocuparse de la limpieza y conservación de las instalaciones, el cuidado de los jardines y el mobiliario, la conservación de los viales, la vigilancia y el control del complejo, la administración del centro, el sistema electrónico de reservas y la publicidad y difusión de las actividades del complejo.
El concejal de Medio Ambiente, Manuel Gallud, ha sacado a licitación la explotación del complejo de cabañas del Pinar de Bonanza por dos años, prorrogables a otros dos más. La empresa adjudicataria recibirá del Ayuntamiento 72.800 euros al año, si bien existe un cláusula por la que, si no se ocupasen las cabañas durante el 20 por ciento del tiempo, el Ayuntamiento deberá compensarla con 18.200 euros más. Así, la empresa concesionaria deberá ocuparse de la limpieza y conservación de las instalaciones, el cuidado de los jardines y el mobiliario, la conservación de los viales, la vigilancia y el control del complejo, la administración del centro, el sistema electrónico de reservas y la publicidad y difusión de las actividades del complejo.
A cambio, al empresa podrá
explotar el complejo, compuesto por seis cabañas. De estas, dos
tienen una superficie de 25 metros cuadrados distribuidos en dos
dormitorios, un comedor y una cocina. Las otras cuatro tienen una
superficie de 20 metros cuadrados. Dos ellas tienen dos habitaciones,
un comedor y una cocina y otra está diáfana con el fin de albergar
grupos que duerman en sacos de dormir. Gallud ha explicado que este
complejo ha estado sin actividad durante dos años, puesto que,
cuando el nuevo equipo de gobierno asumió la dirección de la
Concejalía de Medio Ambiente, las cabañas presentaban deficiencias
que impedían que tuviesen la correspondiente licencia de actividad.
Una vez subsanadas esas deficiencias y con todos los permisos en
regla, se procederá a la adjudicación de su explotación para que
recobren la actividad para la que fueron construidas.
